💚¿Hombres y mujeres pueden ser solo amigos?
- David Escate
- 14 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: hace 2 días
Cuando todos asumen que “algo hay”
“Ya pero, sí sientes algo por ella”.
Es una frase común cuando hablo de mi amistad con una chica. Y la verdad, es que sí se han entreverado los sentimientos en la amistad un par de veces, no voy a mentir. Pero, a pesar de esas contadas situaciones, sí creo que es posible tener una amiga sin que se confunda todo, aunque no siempre es fácil.

¡¡CONTEXTO!! Durante mi infancia, muchas veces me encontré en un entorno en el que se asumió que si existía amistad entre un hombre y una mujer, es porque había atracción por algún lado. Y claro, a veces puede pasar: la atracción existe, somos humanos. Pero eso no significa que todas nuestras amistades siempre estén condenadas.
Lo que hace que una amistad funcione
A veces, los hombres crecimos con la idea de que tenemos que “lograr algo” con una mujer, conquistar. Es por eso que, a veces, resulta difícil conciliar un cariño sincero sin pensar que existe una intención detrás, confundiendo el afecto con un interés romántico. Pero algo que he aprendido a lo largo de los años es que hay algunos factores que marcan la diferencia entre una amistad duradera y un fracaso catastrófico: ser honestos con lo que sentimos, poner límites claros desde el principio y, sobre todo, entender que una amistad también tiene valor emocional y conexión profunda, aunque no haya una intención romántica.
El tener amigas me ha hecho entender y descubrir el mundo desde otra perspectiva, otras formas de escuchar y expresar afecto, me han enseñado a entender cosas que antes ni me cuestionaba y descubrir partes de mi que no sabía que estaban ocultas. Muchas veces, estas amistades han resultado en conexiones más fuertes y reales que muchas relaciones románticas. He tenido amistades con mujeres que han durado años, otras que se transformaron, y que hasta se confundieron, mientras otras simplemente se fueron con el tiempo (como pasa con cualquier cosa en esta vida). Pero algo que aprendí es que el problema no es la amistad en sí, sino cómo la construimos.
Entonces, ¿sí se puede?
¿Sí podemos ser amigos? Yo creo que sí. Pero, sin lugar a duda hay que saber cómo construir esa amistad, principalmente con madurez, respeto, confianza y transparencia. Por supuesto, hay casos donde uno empieza a ver a la otra persona de una manera diferente; es ahí donde toca ser directo, hablarlo. A veces la amistad sobrevive, a veces no. Y, aunque no todos somos iguales, todos siempre debemos tener respeto por el otro. Si realmente te importa la otra persona, no la vas a presionar ni confundir.
Mi opinión termina aquí, no se pierdan lo que viene mañana. ¿Las chicas estarán de acuerdo conmigo?
Nos leemos pronto.
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